Castril, es un pueblo digno de ser pintado en un cuadro. Es digno de ser recitado en poemas. Un pueblo con toda la belleza andaluza donde el blanco de sus calles serpentean hasta subir a la Peña. En el punto más alto de este risco, el Cristo del Sagrado Corazón abraza con sus brazos al pueblo.
Abajo, las aguas del río Castril venidas desde los más profundos manantiales de la Sierra, forman la impresionante Cerrada del río Castril, una espectacular garganta por donde podemos pasear por una pasarela de madera encastada en la misma roca.
Castril es un pueblo que sabe a migas, a maimones, a tallarines, a gachas, a dulces, que sabe a mistela, esa bebida tan típica de la zona del Levante. Pero hablar de Castril es recordar el sonido del agua, esa agua del rio Castril que lo bordea y quizás sea uno de los motivos por los que los árabes se enamoraron de este bonito pueblo.
Este fue nuestro paso por Castril, ¿Nos acompañas?
Qué ver en Castril
Mi abuelo nació en Castril, aunque desde bien pequeño su família se mudó a Campocámara. Desde que yo recuerdo todos los veranos íbamos al pueblo desde Barcelona, y todas las veces que pasaba por Castril, de camino a Campocámara, siempre miraba con asombro desde el coche el Cristo de la Peña y era algo que desde siempre quería visitar.
Pero el día que por fin visitamos Castril, nos dejó realmente sorprendidos.
Situado a los pies de la Sierra de Castril, dentro del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, Castril, esconde mucho tras sus preciosas calles blancas.
Los romanos utilizaron esta famosa peña para construir un asentamiento militar. Con el tiempo pasaría a ser una villa y de hecho se cree que de ahí podría venir su nombre, Castrum (Campamento).
Durante la dominación musulmana, la Peña de Castril se convirtió en una gran fortaleza y todo un bastión que resistió durante muchos años a la Reconquista de los Reyes Católicos.
Castril, una fortaleza árabe
Hisn (castillo) de Qastal, que así se llamaba el pueblo en aquélla época, tenía un enclave militar perfecto gracias a la prominente peña que dotaba a la fortaleza de un campo de visión panorámica que daba pie a realizar emboscadas a las avanzadillas de los Reyes Católicos que venían desde Granada.
Encaramado en la roca de la peña y rodeado por el cañón de Castril se encontraba este hisn. Resultó un punto infranqueable durante la dominación musulmana hasta que en 1488 se rindió.
Según se cree, el inexpugnable castillo de Hisn de Qastal, se podia defender sólo con dos personas. Solo bastaba ocupar la parte más alta. La simple ventaja de estar en un punto tan pronunciado y elevado, hacía que con un simple golpe de piedra, podían enviarte de cabeza al río Castril.
Uno de los vestigios de aquella época es la cerámica y el vidrio de Castril, que en 1504, Don Hernando de Zafra, Señor de Castril, fundó una fábrica de vidrio manteniendo la tradición vidriera de la época árabe que aprovechaba los recursos naturales de la zona.
Todo esto entre muchas otras cosas nos la enseñaron en la visita guiada, que por cierto muy recomendable y el guía excelente. Una hora de visita que puedes contratar en la Oficina de Turismo de Castril por solo 3 euros.
Visitas en Verano: 09:30; 11:00; 12:30; 18:00; 19:30.
Visitas en Invierno: 10:00; 11:30;16:30 (a partir del 1 de Octubre)
Miércoles y Jueves cerrado
En esta visita conocimos su historia, sus refajos de pastora, el traje típico de la gente de a pie pasado de generación en generación, bordado tras bordado. Conocimos sus elaboradas artesanías de esparto, su cerámica, nos hablaron de sus fiestas, etc., una visita que vale muchísimo la pena.
El Sendero de la Cerrada
Desde la Arboleda Perdida, nos adentramos en este cañón que el río ha recortado en la roca. Una impresionante garganta por la que puedes caminar gracias a una pasarela colgante sobre una antigua vía de ferrocarril.
Durante todo el recorrido te acompaña el relajante sonido de sus aguas de color tuquesa y la fuerza con la que baja.
Pasado la pasarela hay una zona de remanso en la que te puedes dar un baño en sus aguas cristalinas.
Después pasarás por un pequeño puente colgante y te adentrarás en un túnel excavado en la roca desde donde se accede a un mirador.
Esta ruta circular, sigue hasta llegar a una casa rural y gira hacia arriba para subir hacia el pueblo atravesando unos olivos.
Conocida también como la ruta de las pasarelas, la cerrada del río Castril, dura aproximadamente unos 25 minutos es apta para todos los públicos.
La Cerrada de La Magdalena
En el corazón de la Sierra de Castril se encuentra el valle del río Castril, desde donde brota el agua de la roca para dar vida al río.
Una vez en la sierra, dejamos el coche aparcado donde empieza en el camino que lleva a la Cascada de la Magdalena, una de las formaciones kársticas más impresionantes de Andalucía.
El sendero transcurre entre pinares, encinas, chopos, etc. y es muy probable que si alzas la mirada veas aves sobrevolando la zona.
Siguiendo el camino se abrirá ante ti un claro y verás la imponente pared de roca caliza donde en sus pies, brota el agua para formar una pequeña poza donde bañarse es para valientes que desafían el frío.
Eso no es ningún inconveniente si se va cuando cae la chicarrera como dicen aquí, el sol empieza a apretar y las chicharras empiezan su canto.
Es una sencilla ruta que se puede hacer sin problemas y que dura aproximada mente una hora.
Nacimiento del río Castril
Volvimos a nuestro coche y continuamos nuestro camino hacia el Nacimiento del río Castril hasta que llegamos al cortijo del Nacimiento.
Poco a poco el camino se va abriendo hasta que te ves en medio del valle del río Castril. Paulatinamene te ves envuelto entre grandes formaciones rocosas y por el rumor del agua y sus saltos. Aunque la forma en «U» de este valle recuerda un poco a los circos glaciares, el valle del río Castril, no tiene nada que ver con ese tipo de modelado.
El camino sigue el curso del río durante el camino y a parte de poder ver nutrias y otros muchos animales, podrás disfrutar de un baño en los numerosos remansos y pozas de agua.
Llegarás al final del valle rodeado por grandísimos farallones de roca caliza y dolomías desde donde a sus pies brotan los manantiales de agua que originan el río. El caudal del agua va en función de las precipitaciones, a más lluvias, más filtraciones de agua llegan a los manantiales y por consiguiente más agua expulsan las rocas.
Nosotros llegamos en plena ola de calor y no brotaba mucha agua, pero en épocas que haya llovido es todo un espectáculo de fuerza.
Cómo llegar a Castril
Siguiendo el mismo sendero que conduce a la Magdalena desde la carretera A-326, hasta llegar al Cortijo del Nacimiento. Al lado de una gran tubería que baja de la central eléctrica que abastece al pueblo de Castril, dejamos el coche y empezamos a caminar por el sendero que empieza poco a poco a subir.
Castril es un pueblo muy recomendable para visitar por estas tierras del altiplano granadino. Después de tantos años de espera ha valido la pena dejarse caer por aquí.
A parte de todo esto que te hemos contado, si alguna vez tus pasos te llevan a Castril, haznos caso, párate y tómate una cervecita con su tapa, luego, ya nos lo contarás.
Hay Castril de mis amores,
nunca te podré olvidar,
con su rio tan caudaloso,
¡vaya un pueblo tan gracioso!