Zanzíbar es un conjunto de islas que tienen un encanto especial, quizás porque no son muy frecuentadas por turistas. Sus aguas color turquesa y su barrio antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad son su mayor reclamo. Pasamos unos días increíbles en la ciudad de piedra descubriendo su comida, sus costumbres y su manera de disfrutar del día a día. El paso por Zanzibar viene seguido de una ruta que comenzamos en Kenia y Tanzania.
Qué ver en Zanzíbar
Cómo llegar
A la llegada al aeropuerto de Arusha (Tanzania) que es desde donde sale nuestro vuelo hacía la isla de Zanzibar agrupamos todas las maletas de los que íbamos juntos y las metieron en un carro y para la avioneta, aquí se dejan de tonterías de “gestiones” y van a lo que van. Nos subimos por primera vez en una avioneta y disfrutamos del trayecto.
A la llegada a Stone Town cogemos un minibús para ir hacia la parte suroeste de la isla, Jambiani, al Hotel Karafuu Hotel Beach Resort donde pasaremos tres noches. El recorrido es de una hora más o menos y cada vez se nota que vamos hacía la parte más virgen de la isla, eso nos gusta.
A la llegada al hotel nos asignan las habitaciones y quedamos en una hora para ir a cenar todo el grupo junto. Fue un gustazo después de tantos días pasando por aseos de todo tipo poder ducharse tranquilamente y usar el lavabo sin prisas. Tenemos que decir que no tuvimos ningún problema con eso en todo el viaje, nos adaptamos a todo pero se agradecía al fin y al cabo.
El hotel estaba bien bajo nuestro punto de vista, no necesitábamos tanto, con unas cabañas más sencillas nos hubiera bastado pero bueno es lo que tiene contratar un pack.
The Rock
A la mañana siguiente nos levantamos temprano porque queríamos ver la zona. Fuimos a desayunar, a chafardear el hotel y nos fuimos para la playa.
Estábamos como desubicados. Creo que es normal después de todo lo vivido. Por nosotros no hubiéramos elegido ir a un hotel después de la experiencia tan buena que habíamos pasado, pero posiblemente nos fue bien para que el choque no fuera tan grande.
Fuimos caminando hasta una roca que había un edificio encima, era un restaurante llamado The Rock. Nos encontramos a un chico que tenía un puesto donde daba de comer.
Nos dijo que si íbamos a comer nos pescaba lo que quisiéramos y quedábamos con él en una hora y nos lo preparaba. Le dijimos que ok, que iríamos pero que pescara lo que quisiera o pudiera. Pasamos la mañana por la playa, jugando con unas niñas a pelota y paseando.
A medio día fuimos a comer con Dimas, Bea, Monica, Noelia y Patrícia al sitio más casero que habíamos estado nunca. El chico se había hecho un techado y había plantado una mesa y una barquita y 4 cosas de decoración marina y se había montado un restaurante y encima comimos de lujo.
Por la tarde seguimos el paseo por la playa.
Aprovechamos para hablar con unos chicos que había en la playa para quedar con ellos para llevarnos hacer snorkel al día siguiente.
Snorkel en sus aguas
Al levantarnos desayunamos lo primero y después nos dirigimos a subirnos en un autobús para llegar a la zona donde teníamos que coger un dhow, barco de vela tradicional de la costa swahili con el que iríamos hacer snorkel.
A medio día fuimos a comer a una isla y más tarde a ver un banco de arena, que son acumulaciones de arena que forman una mini isla.
Aunque cogimos el mar muy bravo y habían muchas olas el snorkel mereció la pena pues habían unos pasadizos de coral preciosos por donde te metías por un lado y salías por otro lado. Había que ir con cuidado al quitarse el salvavidas porque en un segundo estabas a 100 metros de distancia debido a las corrientes. Regresamos con una bonita puesta de sol sobre el barco y después el autobús hasta dejarnos en el hotel.
Visitar Stontown
Hoy nos tocaba traslado hasta Stone Town. Al llegar dejamos las cosas en el Hotel Zanzibar Grand Palace donde pasaríamos una noche, pues al día siguiente regresábamos a Nairobi. Había que aprovechar para ver la ciudad de piedra así que a caminar se ha dicho. El hotel estaba en el centro, así que en nada ya estábamos metidos en el bullicio de la ciudad.
Tiene una fascinante historia influenciada por persas, árabes, musulmanes, portugueses y el continente. No te deja de sorprender, cada calle tiene algo nuevo, torres circulares, puertas de madera tallada, mezquitas, mercados callejeros, puestos de comida y la casa donde nació Freddie Mercury.
Mientras callejeábamos de repente llegamos a una zona donde se situaba una de las mezquitas y desde el minarete se llama a la oración de los fieles. Había tal cantidad de hombres que nos fue imposible pasar y tuvimos que seguir por otra calle.
Nos encontramos en un mercado con dos compañeras, Lidia y Patricia, y decidimos buscar un sitio para comer. Nos metimos en el Monsoon Restaurant, un sitio de estilo arábigo del que nos habían hablado muy bien.
Por la tarde aprovechamos para comprar algún souvenir, ver la casa de Freddie Mercury y volver al hotel que habíamos quedado para cenar todos. Probamos algo de comida de los puestos de la calle y acabamos comiendo algo más en un bar. Volvimos callejeando por las calles al hotel.
El último día nos levantamos y fuimos a desayunar a la azotea del hotel. Hoy volvíamos a Nairobi, Kenia, así que al terminar de desayunar nos fuimos dirección al aeropuerto para coger el avión hasta Mombasa y de ahí otro hasta llegar a Nairobi. Una vez allí fuimos a comer y por la tarde teníamos visita a una casa muy particular, la casa de la película “Memorías de África”.
El viaje no acabó aquí. Volvimos a Nairobi a disfrutar de los últimos pasos de «El sueño de África». sigue leyendo aquí.
Hey. Thanks a lot for this post! I’m arriving in Zanzibar in January. Can’t wait!:) I will be staying in Makunduchi (Clove Island – cloveisland.com). The place itself is fantastic but I’m hungry for seeing new spots and doing a lot of different things. Your article inspires me!:)
Hi Julie! Very grateful for your words! We spent a great days in Zanzibar. Enjoy and safe travel!!!