Ahora es el momento para viajar a Madagascar y te vamos a contar porqué.
Una isla que se despegó de África hace unos 160 millones de años para navegar entre raíces africanas, árabes, hindúes, asiáticas y polinesias.
Un país con 18 etnias que conviven desde hace muchísimo tiempo y que en cada una de ellas existen sus propias costumbres, tradiciones y leyes. Incluso dentro de las familias que conforman las etnias pueden variar estas costumbres.
Madagascar, el país del taxi-brousse, del fady, de la tilapia, del cebú, del romazava, del misao, de las playas llenas de gente local pescando, de las sonrisas tímidas, de atardeceres que encienden el cielo, de trenes coloniales, del baobab, de la vainilla, de las barquitas de vela, de los lémures…
Un país que es un tesoro de lo endémico tanto en flora como en fauna, que por desgracia, se encuentran amenazadísimas a causa de una voraz deforestación.
El lémur, ese primate que evolucionó aislado del mundo en la isla de Madagascar. Lo primero que viene a la cabeza cuando te hablan de esta isla. Pero, ¿sabías que la mitad de los camaleones conocidos viven en Madagascar? ¿O que de las ocho especies de baobabs que hay en el mundo, seis de ellas se encuentran en Madagascar?
Un país en el que la sombra de la pobreza sobrevuela la isla amenazando a más de un 80% de la población, aunque existen pequeñas «galias» en Madagascar que luchan incansablemente contra esta lacra y que te mostraremos en este post.
Madagascar, un país que necesita del turista como tú; responsable y concienciado sobre la importancia de preservar ese entorno único. Es por eso que te vamos a convencer para que te acabes de decidir por la isla roja como destino para tu próximo viaje. Es muy probable que cuando termines de leer tengas muchas más ganas de viajar a madagascar.
Porqué tienes que viajar a Madagascar YA
Te vamos a presentar un tema muy serio del que puede que ya hayas oído hablar.
Aunque te cueste de creerlo, más del 90% del manto forestal original de Madagascar ha sido deforestado. Así, fuera.
Con más del 70% de los malgaches viviendo en los lindes de la pobreza con la madera de los bosques representando su principal fuente de ingresos, tanto el futuro de las especies, como el de la selva tropical en Madagascar y hasta el de los propios malgaches, es más que incierto.
El arroz es el sustento de la gran mayoría de la población de Madagascar. El cultivo del arroz, mediante la práctica tradicional del Tavy, con lazos espirituales muy arraigados a la cultura, es una de las causas de la deforestación.
El Tavy
Se trata de un sistema de agricultura de corte y quema con el que se abastecen las familias malagasy (malgache), pero con un problema a largo plazo.
Esta tradición se basa en talar y quemar de una hectárea a dos para poder cultivar arroz. Dado al bajo valor nutricional de la tierra, después de la recolecta, el campo es abandonado por unos cuatro años. Durante este tiempo el proceso de tala y quema se extiende por otras hectáreas hasta que pasado este periodo se vuelve cultivar al campo inicial.
Transcurridos unos tres ciclos completos de estos, los campos están tan faltos de nutrientes que los agricultores se ven obligados a iniciar el proceso en otro lugar despejando más masa forestal.
Además la conciencia es de que si planto yo mejor, no vaya a ser que plante otro en mi lugar. Y es que estas quemas de bosque no son ni mucho menos controladas y esto hace que el fuego se extienda sin control.
Espera porque no hemos acabado.
La industria maderera
En Madagascar la industria maderera (según nos comentaron sobretodo china) se ceba con la selva más virgen del país, la del Corredor del este de Madagascar.
Maderas como la de ébano por la que se paga una barbaridad por tonelada, hace que los parques naturales se vean bajo esta amenaza que ilegalmente destruye bosques tropicales arrinconando cada vez más a los animales que allí habitan y poniéndolos en serio peligro de extinción.
Suficiente? No, todavía hay más.
El carbón vegetal
En las cocinas malgaches se cocina con carbón vegetal. Por las Tierras Altas de Madagascar es normal encontrarse con paraditas a pié de carretera de gente vendiendo carbón en sacos o bien en fajos.
El carbón lo hacen con madera de eucalipto, alluaudia, etc. El caso es que además de ser otro frente abierto para la deforestación, causa muchas muertes por inhalación de humo en las casas malgaches .
Pero es que esto no acaba aquí.
Esta tala y quema sin control tiene un impacto gravísimo sobre el ecosistema: una erosión masiva del terreno.
La tierra está condenada a secarse pese a las lluvias. Al no tener vegetación la tierra se ve mucho más expuesta a la erosión. Cuando llueve, la tierra no está sustentada por los árboles y esto hace que ceda siendo arrastrada hacia los ríos haciéndolos «sangrar» tal y como se vé en la foto.
Vamos a hacer números:
- De las más de 200.000 especies de animales y plantas que viven en Madagascar, alrededor del 80% son arbóreas.
- Los bosques son quemados sin control por los malgaches para obtener más tierras de cultivo. Esto hace que de los 587.041Km² que tiene la isla, 195.680Km² sean devorados por las llamas cada año. Como si cada año la superfíce de Cataluña, Aragón, Navarra y Euskadi se quemara.
- Aunque el gobierno prohibiera la tala de árboles en áreas protegidas, la industria maderera mueve mucha tala ilegal todavía en Madagascar.
Después de todos estos datos esto pensarás: no me lo estáis poniendo muy bien para viajar a Madagascar.
Te equivocas.
No solo son malas noticias. Pese a haberse destruido el hogar de muchos animales, extinguiendo muchos de ellos, en muchos lugares de Madagascar como en la Sierra Central, la cubierta forestal está aumentando.
En esta lucha contra la deforestación, proyectos como The Eden Projects han empleado a más 320 malgaches plantando 1,4 millones de árboles cada mes!!!
Se están introduciendo pinos, acacias o eucaliptos y a pesar de que algunas de ellas se han vuelto especies invasoras, se está concienciando a los agricultores malgaches a plantarlos.
Madagascar es un país que se puede hacer perfectamente por libre y necesita turismo ecológico o ecoturismo, pero sobretodo necesita viajeros concienciados con los graves problemas que tienen los malgaches.
Esta es la razón por la que debes viajar a Madagascar ya y aquí es donde entras tú viajer@.
Si viajas a Madagascar intenta:
- Causar el menor impacto negativo para el medio ambiente y la comunidad durante tu paso por el país.
- Fomentar el respeto y la conciencia ambiental y cultural.
- Que el intercambio de experiencias sea enriquecedor tanto para ti como para los locales.
- Buscar que tus gastos se queden en la economía local, como por ejemplo en la Reserva de Anja.
El mayor problema de Madagascar reside en el medio ambiente sí, pero no te creas que todo está perdido.
La isla roja tiene una espectacular fauna y flora. Casi cada año se encuentran nuevas especies endémicas y cuenta con paisajes increíbles, pero su gente es lo mejor que tiene el país
Ya sabes porqué debes viajar a Madagascar y ahora viene cuando te vamos a convencer 😉
Lo mejor de Madagascar
1- Parque Nacional de Ranomafana
Aunque en este parque se pueden ver varios tipos de lémures y sífakas, el Parque Nacional de Ranomafana, fue fundado para preservar y proteger dos especies extrañas de lémures, el lémur mayor de bambú y el lémur dorado de bambú.
Este parque es uno de los lugares que te recomendamos si quieres ver diferentes especies de lémures, vegetación endémica, cascadas, camaleones, insectos y mucho más en un mismo día en Madagascar.
Y por si todo esto fuera poco, en este parque se da formación a gente local, se les da empleo, y el 50% del dinero que se paga por la entrada se destina a proyectos de las comunidades locales. Con esto último ya tendrías que marcarlo con una «x» en tu ruta por Madagascar. Ranomafana en tu lista sí o sí.
2- Ambalavao: un pueblo con encanto malgache
Tranquilo, familiar, cercano, agradable, humilde, de casas bajas coloniales coloridas, de mujeres con pamelas, hombres con sombreros, abuelas que llevan a las nietas al mercado del cebú, de abuelos con sus atuendos betsileo que conversan sentados a la sombra… Así es Ambalavao, como si estuvieras en el pueblo de tu abuela, ese que ibas en verano.
A este pueblo le cogimos un cariño especial. En toda la ruta no nos sentimos igual en ningún sitio como en Ambalavao, y no porque en otros lugares no estuviéramos a gusto, sino porque este pueblo desprende algo especial en su ambiente, en sus calles, en sus gentes.
Casualidad fue que, durante los días que estuvimos en Ambalavao, era el día del mercado del cebú. Este mercado es muy conocido entre los malgaches y atrae a muchos pastores que recorren largas distancias con su ganado para venir a este pueblo.
Ambalavao es ideal si quieres disfrutar de «lo malgache» típico de las tierras altas, pero te advertimos que te robará el corazón. Y más cuando sepas lo que hay a pocos kilómetros de allí y que te explicamos a continuación.
3- La Reserva de Anja
Si el Parque Nacional de Ranomafana tenía que estar en tu lista, ya puedes escribir con mayúsculas el nombre de ANJA.
La Reserva de Anja se creó gracias a la implicación de la gente local para proteger esta zona y preservar su bosque y los animales que viven en él. Su eje primordial se podría decir que es «el turismo comunitario«.
El drama que vive el país con la deforestación hace que iniciativas como esta sean de gran mérito y sirvan de gran ayuda para los locales, ya que Anja en concreto, está gestionada por ellos mismos.
En esta reserva viven como reyes varias familias de lémures de cola anillada (lemur catta) formando una comunidad de 300 ejemplares con sus curiosas costumbres y horarios de siesta, comida, bebida y hora de irse a dormir.
El recorrido no te dejará indiferente. La ruta se mueve entre tumbas sagradas, montañas de 1500 metros de altura con vistas increíbles, lagos, pasos complicados que hay que subir con cuerdas y un bosque tropical para apaciguar el calor.
Aparte también podrás encontrar geckos, camaleones y… cerveza fresca malgache en el poblado de la comunidad.
4- Isalo, una maravilla de Madagascar
El Parque Nacional Isalo creemos que es de visita obligada si vienes a Madagascar. La variedad paisajística del lugar hace que sientas que haces varios recorridos en uno.
El Gran Cañón de Namaza, que atraviesa el Parque Nacional Isalo, es sin duda un regalo para la vista desde las alturas. Y una vez te adentras en el cañón siguiendo el curso del río, llegarás unas maravillas ocultas del parque: la Pisicine Noire, la Piscine Bleu y la Cascade des Nimphes.
En Isalo, aparte de disfrutar de sus paisajes, también podrás disfrutar de su fauna con más de 80 especies de aves, lémures, sifakas y camaleones entre otros.
Con la población de Ranohira como campo base, en este parque podrás ver formaciones de piedra arenisca del jurásico, barrancos, cañones, cascadas, oasis de palmeras, valles, monumentos funerarios de la etnia bara, bosques tropicales, el baobab pié de elefante y mucho más.
5- Anakao, un pueblo de pescadores y playas paradisíacas
En el lejano sur de Madagascar existe un pequeño pueblo al que es más fácil llegar por mar que por tierra. Este pueblo es Anakao, donde su humilde gente vive entregada al mar.
Como en muchos otros lugares de la costa de Madagascar, en Anakao los locales faenan durante todo el día en la playa y es todo un atractivo verlos.
Los hombres se hacen a la mar con sus embarcaciones artesanales, mientras, en la playa, los jóvenes recogen las redes y acarrean los barreños de pescado. Al mismo tiempo, los mayores y las mujeres separan el pescado y lo esparcen por la arena para que se seque.
Además, desde Anakao puedes vistar la isla de Nosy Ve, una isla frecuentada por piratas en la antigüedad y hacer snorkel en el arrecife de coral que atraviesa esta zona.
6- El Tren de la Selva
Con los primeros rayos del sol, retumba el silbido de un tren en la ciudad de Fianarantsoa. Las ruedas del Expreso Malgache chirrían mientras comienzan a girar lentamente.
Los vagones cubiertos de óxido empiezan a deslizarse con un ajetreo bamboleante que hace parecer que se vayan a desmontar. Todos los sonidos se van asimilando y entrelazando creando una armonía en medio de un zarandeo uniforme y constante.
Así, este tren de origen colonial, hoy gobernado por los malgaches, emprende el camino hacia la selva más virgen del país: el Corredor del Este de Madagascar.
En un trayecto en el que desde tu ventana ves pasar ante tus ojos campos de arroz, pequeños pueblos donde te puedes perder en medio de mercados ambulantes improvisados, antiguas estaciones en las que un mar de sacos y maletas se mueven en mitad de un caos controlado, ríos rebosantes de agua, cascadas… Todo esto rodeado por un paisaje verde que se extiende por valles y montañas…
Sin duda una de las mejores experiencias que hemos tenido en nuestro paso por Madagascar y que puedes saber mucho más, en nuestro post sobre El Tren de la Selva.
7- Avenida de los Baobabs
El sol empieza a descender hacia el canal de Mozambique. El cielo se tinta de una explosión de tonalidades rojas, naranjas, amarillas, azules, rosas y púrpuras.
Las sombras de unos titánicos árboles se empiezan a alargar. Sus siluetas en fila se funden en negro y recortan el cielo con más colorido que tus ojos hayan visto jamás. La luz se filtra por las ramas bañando en dorado sus troncos.
Unas aves emprenden el vuelo. Las primeras estrellas comienzan a salpicar el firmamento y los últimos destellos del sol se esfuman por el horizonte. Estás en la Avenida de los Baobabs y el espectáculo ha sido tan alucinante que ya se ha puesto el sol y todavía estás con la boca abierta.
Madagascar es el reino del Baobab y es todo un símbolo para el país. Como ya hemos dicho más arriba, hay 8 especies de baobabs en el mundo y seis de ellas se encuentran en Madagascar y seguro que es uno de los puntos que más te está animando a viajar a Madagascar.
Por mucho que te lo contemos todo en nuestro paso por la Avenida de los Baobabs, no podremos igualar esta belleza mediante nuestras palabras. Tienes que verlo.
8- Morondava
Cuando nos acordamos de Morondava nos viene ese olor a mar traído por una brisa fresca por la noche. Nos viene a la cabeza su manglar y esas playas donde conversar con los locales mientras recogen su pescado fresco en un atardecer donde el sol se apaga en el mar.
En Morondava entenderás porqué decimos que la playa de Madagascar es de los locales. Tiene un encanto especial, pues no hará falta que camines mucho por la playa para verlos faenar y te aconsejamos que te acerques a ellos, estarán encantados de mostrarte cómo lo hacen.
No busques playas de resorts apartados de la realidad, déjalo para cuando viajes al caribe. Disfruta de unos días de relax en la playa a lo Malgache como hicimos nosotros y rodéate de gente sonriente, pues es un lugar en el que abundan.
Por un momento dudamos de ir a Morondava en nuestro viaje por Madagascar y hubiese sido un error. Haznos caso, ves a Morondava. Los mosquitos y la calor no va a ser lo que recuerdes.
9- Yamuna ONGD
Como ya te hemos dicho anteriormente, Madagascar es uno de los países más pobres del mundo. Pero hay pequeñas «galias» que luchan contra este gran problema para mejorar la vida de los malgaches. Este es el caso de Yamuna ONGD.
Yamuna es una organización no gubernamental para el desarrollo que se creó en el 2000 y que luchan para disminuir el nivel de pobreza en la zona de Madagascar. Allí hacen una gran labor centrando sus esfuerzos en la reinserción socio-económica de la mujer y la protección de la infancia mediante la salud, la nutrición y la educación.
Si viajas a Madagascar no puedes pasar por alto visitar este proyecto con sede en Barcelona en el que estuvimos la última semana de nuestro viaje a Madagascar.
Te invitamos a que te animes a viajar visitando algún proyecto así en tus viajes y por supuesto en este caso, si viajas a Madagascar, no te pierdas la ocasión de conocer y ayudar en lo que puedas a Yamuna ONGD.
10- Parque Nacional Tsingy de Bemaraha por La Maleta de Carla
Es uno de los lugares que nos quedaron pendientes en nuestro paso por Madagascar, pero queríamos que lo conocieras, por eso hemos contado con la mejor ayuda que podíamos tener para transmitir lo que realmente es este lugar. Te dejamos con Carla del blog La maleta de Carla para que te acabe de convencer para visitar este país.
El Parque Nacional Tsingy de Bemaraha es uno de los lugares más surrealistas de Madagascar. El nombre del parque se debe a las formaciones de roca en forma de punta (tsingy en malgache singifica puntiagudo). Se considera un lugar único en el mundo porque, aunque hay otros países con formaciones similares, solo son accesibles para el ser humano en la isla roja.
Para recorrer el parque se debe hacer con guía y siguiendo las vías ferratas señalizadas. Aunque la dificultad del trekking no es muy alta, no se recomienda a personas con vértigo ya que se atraviesan puentes colgantes que pueden asustar hasta al más valiente.
A los tsingys solo se puede acceder en los meses secos del año -entre mayo y noviembre-. En los meses de lluvia, el parque cierra porque la carretera de acceso también permanece cerrada. Para llegar a Bemaraha se suelen alquilar coches 4×4 ya que la carretera está en bastante mal estado, especialmente después de las lluvias.
Sin duda una de las actividades más curiosas que se pueden hacer en uno de los paisajes más surrealistas de Madagascar.
Esperamos que tras este paseo por la isla roja y tras haberla conocido un poquito más te animes a conocerla próximamente, desde luego NO TE DEFRAUDARÁ.